Sobre Jero Maldonado

Seleccionar obra adecuada, para exponerla casi de inmediato, entre la ingente producción inédita del pintor Jero Maldonado, es una tarea nada fácil, desde el momento en que hay que reservar - entre tanta carpetas y cuadernos de dibujo - quince o veinte imágenes de ritmos complementarios que lo representan ecléctica y cumplidamente. Un grupo de amigos artistas, en la hora del poniente que oscurece el jardín de su casa-museo, decide elegir esas pocas piezas, que él mismo extiende en el suelo, y las propone ahora como imagen actual y vívida del pintor con perfil cualitativo estable y descastado no solamente dentro de su generación, sino en la perspectiva regional posterior a los años 90.

Fragmento del texto de Angel Sánchez (22-01-04), "Alerta en las Esferas"

miércoles, 14 de abril de 2010

MALDONADO Y EL VACÍO por V.S.A.

Artículo publicado por V.S.A., en el periódico Canarias7
 ‘Fraternidad con el vacío’ se expone en el Cabrera Pinto
Regreso a La Laguna tras veinte años
Franck González cataloga al artista grancanario como un «hijo» de la «Era del Entusiasmo» de comienzos de los años 80 del siglo XX.

lunes, 12 de abril de 2010

Inauguración de "Fraternidad con el vacio"


Fotos realizadas durante la inauguración de la exposición "Fraternidad con el vacio", celebrada en La Laguna en el Instituto Cabrera Pinto, el pasado 9 de abril de 2010.
Enviadas por Cristina Maldonado Concepción

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viernes, 2 de abril de 2010

SILENCIO, LA TIERRA VA A DAR A LUZ UN ÁRBOL

I
LA MADRE

Miré el reloj, eran las doce y cuarto. Me senté sobre unas cajas vacías frente al cuadro, quise vencer el vértigo que me produce la belleza y abrí el libro al azar: “El artista debe tener algo que decir porque su deber no es dominar la forma sino adecuarla a un contenido ” (1). Me atuve al dictamen de Kandinsky, ¿Qué decían las figuras, el color, el movimiento? La composición era sinfónica, estaba integrada por varios grupos de formas aparentemente anárquicas subordinadas a una forma principal: la madre. Ella alimentaba a los demás pobladores del cuadro. Entonces, escuché su canto de aaas insaciables que salían del magma de la tierra: