16 octubre – 5 noviembre 2009:
Es delicadeza sobre cualquier soporte, bondad manifiesta en cualquiera de sus relaciones. Es un ser profundamente pragmático y sensiblemente inteligente.
Para su incasable actividad creativa, solo necesita hilos conductores que lo lleven de la percepción más íntima, a la traducción plástica del papel, el lienzo, la cerámica. Dibuja con lápices de acuarelas a la velocidad de la escritura automática.
Tiene esa gran capacidad de olvidarse de las normas academicista, las que conoce y extrapola con el ímpetu de lapillas lanzadas desde distintos cráteres. aunque como decía Beethoven, para romperlas, hay que dominarlas primero.
Desde su apacible discurso plástico transfiere una rebeldía en la que se asienta para conservar la bandera de su independencia, báculo entendible en los tiempos que corren para plañir su supervivencia.
Deja fluir y observa la corriente de los múltiples mundos del arte. Pero siempre obligándose a no ser salpicado por mercados ni criticas. Vive en paralelo refrescándose del tintineo que salpican las modas dominantes las que mayormente son nacientes y fugaces de la misma manera.
JERO MALDONADO carece de pudor ante espacio vacíos, lienzos blancos, su obra por tanto gana siempre en atrevimiento y osadía, corresponde a otros aceptar la instantánea captada, la profundidad conseguida y la cromática equilibrada. Su obra sin retóricas mantiene como pocas, la mayor autenticidad entre el discurso vital y su obra final, colores y formas plasman finalmente esa alegría ingenua de niño adulto envidiada por Picaso….
Miguel Rodríguez
Octubre 2007